San José del Pacífico no necesita presentación, se trata de una comunidad mundialmente conocida por ofrecer el consumo de hongos alucinógenos y además por contar con bosques impresionantes; que maravillan a quienes por primera vez lo visitan.
Ubicado a menos de tres horas de la capital de Oaxaca, San José del Pacífico es un pequeño pueblo que pertenece al municipio de San Mateo de Río Hondo que, a su vez, forma parte de la región de la Sierra Sur, su clima normalmente es frío debido a la altitud, misma que hace apreciar los atardeceres como en muy pocos lugares.
Sus principales atractivos al aire libre son los miradores, la zona del silencio, las piedras mancuernadas y su impresionante bosque, mismo que es cuidado con devoción por parte del Comisariado de Bienes Comunales; encabezado por Adrián Víctor Ramírez García.
Mientras que los servicios turísticos son: el temazcal, las rutas de senderismo, ciclismo de montaña, alpinismo, así como los comedores para disfrutar la gastronomía de la región y las tradicionales cabañas para quienes gusten pasar dos o más días disfrutando de la naturaleza.
Por la conservación de los bosques
Pero, San José del Pacífico es mucho más que un destino turístico, es una comunidad comprometida con el cuidado del medio ambiente, sus habitantes han aprendido que mientras conserven el bosque en buenas condiciones mantendrán el estilo de vida al que están acostumbrados.
Así lo manifestó Roberto Pinacho García, artesano originario de la localidad y secretario del Comisariado de Bienes Comunales, quien refiere que en los dos últimos años se han dado a la tarea de implementar un amplio programa de reforestación; que incluye la siembra de 25 mil plantas nuevas, dentro de las que destacan árboles de pino, ocote y cedro.
Lo anterior luego de enfrentarse a una plaga que invadió el bosque de la comunidad y otras aledañas por lo que, con acuerdo de la población, decidieron realizar el derribo de mil ejemplares que ya presentaban daños considerables.
“Por mil árboles que tumbamos reforestamos 25 mil más. Así le devolvemos a la naturaleza un porcentaje mayor a lo que derrumbamos, tomando en cuenta que sean especies acorde a la región y no solamente pino. Este año también sembramos cedro”, dijo en entrevista para Mezcalonautas.
Para la autoridad comunal darse cuenta a tiempo de la plaga fue una gran ventaja, ya que tuvieron la oportunidad de plantearle a la población la problemática y las accione a realizar, de ahí que ahora cuentan con una plaga combatida de forma efectiva en un 95 por ciento y el resto los mantiene trabajando arduamente para lograr su erradicación.
Aunque fue complejo tomar la decisión de derribar mil árboles, actualmente y gracias al trabajo de sensibilización por parte de las autoridades, la población cada vez es más consciente de que el cuidado al medio ambiente les permitirá conservar los maravillosos paisajes de la comunidad y con ello se mantendrá la actividad turística.
“Se dan pláticas sobre la plaga y lo importante de atacarla a tiempo para mantener limpios nuestros bosques, el agua y el turismo porque eso nos da el atractivo como pueblo. Nosotros estamos devolviendo a la naturaleza lo que le quitamos, eso es muy importante”, indicó Pinacho García.
El trabajo de la reforestación no ha sido nada fácil, particularmente porque implica recursos que ningún gobierno da.
Han sido las propias autoridades comunales, con el respaldo del pueblo, quienes lograron conseguir los más de cien mil pesos que han invertido, incluso vendieron la madera plagada a una empresa local, acción que sirvió para conseguir el dinero que se utilizaron en la compra de ejemplares y el pago de quienes limpian, derrumban, plantan y conservan los bosques.
Con visión a futuro
Aunque por el momento la población está satisfecha con los trabajos realizados en el cerro comunal, existe un proyecto de ecoturismo que busca beneficiar a la comunidad.
La idea es que, pasando la pandemia, puedan echar a andar la construcción de cabañas con cafetería incluida y atractivos turísticos como: miradores, senderos y tirolesa, que permita al Comisariado de Bienes Comunales obtener recursos propios para dar mantenimiento constante a los bosques.
“Actualmente las cabañas son particulares, la idea es que el proyecto beneficie a la comunidad. Si la pandemia lo permite el proyecto podría implementarse a inicios del 2021 y dejar las bases sentadas para las siguientes administraciones”.
El proyecto requiere una inversión anual de un millón 200 mil pesos, mismos que se conseguirán con una mezcla de recursos entre el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la propia comunidad, ya que no hay apoyo por parte del gobierno del Estado.
“La idea es que el proyecto tenga continuidad pese a que termine la administración actual. Queremos convertir a nuestra población en Pueblo Mágico”, sentenció.
Los hongos de souvenir
Debido a que San José es conocido por sus hongos alucinógenos -mismos que puedes consumir como parte de un ritual o por el puro gusto de experimentar- de ahí que los artesanos de la población han decidido tallar la madera en forma de este producto para que el turismo se pueda llevar un recuerdo incluso convertido en lámpara que van desde los 30 a los 5 mil pesos dependiendo del tamaño y tipo de acabado.
Son alrededor de una decena de artesanos los que, con su talento, ofrecen las piezas en las casetas, restaurantes e incluso por pedidos especiales que se han ido a otras partes del país y el mundo.
“Invito al turismo en general a que nos visite, mi casa está en la parte de arriba del pueblo, ahí tenemos un pequeño taller donde hacemos artesanía en madera y están invitados todos los que nos quieran visitar y apoyar a la economía local”, manifestó Pinacho García.
Las y los visitantes de San José del Pacífico coinciden en que se trata de un pueblo mágico, sus paisajes conquistan a cualquiera y sus atardeceres provocan sensaciones indescriptibles por lo que se ha convertido en una de las localidades favoritas para pasar un fin de semana lejos del estrés de cualquier ciudad.
Agradecemos a las autoridades de Bienes Comunales, encabezadas por Adrián Víctor Ramírez García, las facilidades para la realización de este material.