En el 2015, Areida Mateos Santiago y su esposo Romayro Aldair Sosa decidieron emprender su propio negocio, lo hicieron involucrándose de lleno al tradicional oficio de la panadería toda vez que ella proviene de una familia que ha salido adelante con la elaboración de pan.
Así surgió la Panadería “Don Rey”, que en esta temporada se dedica a la realización del pan de muertos, actividad que ha sido heredada de generación en generación y es una de las más destacadas en estas fechas en la Villa de Mitla, también conocida como la Ciudad de los Muertos.
Areida no es ninguna improvisada, hace pan desde que era niña, el oficio lo aprendió de sus tíos, particularmente de Don Rey quien le heredó no sólo su receta secreta sino también el gusto por la panadería, de ahí el nombre del establecimiento que hoy en día encabeza y administra.
“Somos la cuarta generación de panaderos, todo empezó con mis abuelos, mi mamá y mis tíos. Nosotros estamos orgullosos de hacer el pan tradicional elaborado en horno de leña, eso es justamente lo que nos distingue del resto”, refiere orgullosa.
Buena parte de su familia se dedica, desde hace 50 años, a la elaboración y venta del pan durante todo el año, producción que aumenta durante esta temporada de Día de Muertos en la que cientos de personas adquieren el producto para ponerlo como protagónico en sus ofrendas.
Y es que de acuerdo con la tradición en la Villa de Mitla por cada difunto, al que se le dedica el altar, debe ir colocada una pieza grande de pan generalmente pintada a mano, la cual será colocada al centro y estará rodeada de imágenes religiosas, flores, chocolate, fruta y la comida favorita que en vida disfrutaban sus familiares.
“Es la temporada más bonita, la más esperada por todos nosotros. Es la fiesta más grande en Mitla, el pan lo elaboramos para poner en las ofrendas, para degustar y darles a nuestros difuntos lo mejor. El pan no puede faltar, es el centro de nuestra ofrenda”, dijo en entrevista.
De ahí la tradición de elaborar, vender y disfrutar de las piezas de pan que no sólo son preparadas y horneadas con la mejor materia prima, sino también son decoradas a mano y de forma artesanal, lo cual se ha convertido en una característica inigualable en la comunidad.
Un mes antes de la temporada de “muertos”, la familia de Areida encarga los mejores productos para la realización del pan: mantequilla, harina, huevos, azúcar, ajonjolí, las cabecitas que son colocadas en cada pieza, así como la leña que no puede faltar para echar a andar el horno de barro tradicional que les distingue de otras panaderías.
“Nosotros nos esmeramos por ofrecerle al cliente el mejor sabor que puedan encontrar, nos dedicamos a elegir los mejores ingredientes, aparte el toque que le da el sabor único es que horneamos en horno de barro tradicional, que es lo que nos hace diferentes de otras panaderías”, manifestó.
Pan blanco, pan de yema con canela, pan de yema con mantequilla, pan decorado a mano –con masa o betún-, son algunas de las opciones que ofrece la panadería “Don Rey, que se encuentra ubicada en calle Laureles No. 7, colonia Geuloguii, en la Villa de Mitla.
Los precios de cada una de las piezas varían de los 5 a los 120 pesos, dependiendo del tipo y tamaño de pan que se elija.
Sin importar la pandemia por Covid-19 que aqueja al mundo, el “Día de Muertos” es la festividad más importante en la localidad, no en vano es nombrada la “Ciudad de los Muertos” pues su nombre proviene de la palabra náhuatl “Mictlán” que significa “Lugar de muertos”, debido a las tumbas de importantes jerarcas zapotecos encontradas en sus edificios.
“Aquí veneramos mucho la festividad, incluso en época de pandemia la gente está comprando, haciendo sus encargos porque la colocación del altar es toda una tradición familiar que no podemos dejar de lado”, concluyó.
Al trabajo de Areida y su esposo Romayro se une Basilio que es el ayudante principal a la hora de elaborar y hornear el pan, así como Bryan Bautista, Yamili Alexandra y Osvaldo Daniel, quienes se dedican a decorar cada pieza con diseños únicos.