“Mujeres voladoras”, café hecho por mujeres oaxaqueñas

¿Quién no ha disfrutado tan sólo el aroma de un buen café? ¿Quién no ha saboreado una taza de esta bebida recién hecha al despertar? ¿Quién no ha escuchado que el grano del sur de México es de los mejores en el mundo?

Es innegable que el café forma parte de la tradición gastronómica oaxaqueña, son varias las localidades que se dedican a la siembra del grano, la mayoría ubicadas en la Sierra Norte y Sur que presenta el clima idóneo para el desarrollo de los plantíos.

Hace un año en las montañas de la sierra oaxaqueña nació “Mujeres voladoras”, una marca de café hecho cien por ciento por mujeres oaxaqueñas que con sus propias manos han realizado la siembra y cosecha del grano, todo con el apoyo y respaldo de Café Brújula, Heifer México y Walmart Foundation.

Elizabeth, Estela, Francisca, Guadalupe, Hildegarda, Lucía y Melania, forman parte del proyecto conformado por un total de veinte mujeres con la intención de resaltar el papel fundamental que juegan en la agricultura familiar, haciendo énfasis en la adquisición de conocimientos para iniciar un proceso de empoderamiento.

La producción de café, como muchas otras en el campo, ha sido desarrollada por los varones, no por falta de capacidad de las mujeres, sino porque a ellas históricamente les han sido asignadas las labores del hogar, sin embargo, cada vez más las mujeres demuestran que son capaces de realizar cualquier actividad productiva fuera de casa.

Así lo refiere Berenice Barragán García, cofundadora de Café Brújula, al asegurar que las mujeres que integraron el proyecto pusieron toda su energía, tiempo, esfuerzo y corazón en el proyecto, obteniendo un resultado maravilloso, con un éxito arrollador que permitirá que se repita el próximo año.

“Particularmente me encantó, me dio mucho orgullo la realización de este proyecto diseñado para el empoderamiento de las mujeres, porque son ellas -como jefas de familia- las que trabajan todo el tiempo y es bueno ver que ahora cuentan con su propia marca de café”, dijo.

Aunque al principio las productoras se mostraron escépticas sobre la posibilidad de contar con una marca de café y de que este pudiera exportarse. La seriedad y el compromiso de quienes les plantearon la idea las animó a participar en el proyecto, que incluyó toda una serie de capacitaciones previas.

De primera cuenta y de la mano de Café Brújula, las mujeres recibieron una capacitación sobre la siembra y cosecha de grano de alta calidad; así mismo algunos talleres que les enseñaron a catar su propio producto, el análisis físico del grano, la elaboración de zarandas para secado de café, entre muchos más.

Ello sin dejar de mencionar las visitas cotidianas a cada productora para recomendar buenas prácticas de siembra y recolección, con la finalidad de obtener la calidad deseada en un café de especialidad como lo es “Mujeres voladoras”.

También fueron beneficiadas con granjas y apiarios como parte del proyecto Beyond Coffee “Más allá del Café – El poder de las Alianzas” de Heifer México, cuya intención es diversificar ingresos en familias productoras de café, por medio de la producción de huevo y miel, lo cual significó un doble apoyo para las mujeres que, pese al miedo, confiaron y se aventuraron en la producción de su propia marca.

“Ellas están muy contentas con el proyecto, todas son originarias de una zona muy conflictiva por la lucha de los recursos naturales y esto ha venido a darle un respiro en sus vidas, se han visto respaldadas al contar con un cliente final y darle cierta tranquilidad económica a su familia”, dijo.

“Mujeres voladoras” es un micro lote de café de especialidad cuidadosamente seleccionado a mano. Las notas que se pueden experimentar en cada una de sus tazas son exóticas, jugosas y dulces, mismas que lo distingue de cualquier otro.

Su nombre responde a la idea de reflejar las opciones que tienen de soñar con otras posibilidades, despegar de su realidad y acceder a otra, ser productoras de su propia marca, venderla incluso en el extranjero y mejorar con ello sus condiciones de vida.

La propia imagen de la marca es una mujer oaxaqueña de piel morena, con trenzas largas y una taza de café que emprende el vuelo, es incluso simbólica para la aceptación que tuvo el producto el cual se vendió en poco más de un mes – el lanzamiento fue el 10 de mayo y hoy queda muy poco en existencia-.

Y es que de acuerdo con Berenice Barragán las bolsas de café hicieron honor a su nombre y volaron por todo México, incluso llegaron a Estados Unidos, a ciudades como Los Ángeles y Nueva York, particularmente porque las productoras son beneficiadas directamente con la compra del producto.

Actualmente y debido a la contingencia el proyecto ha tenido que hacer una pausa, sin embargo, debido a lo que significó para las productoras y la aceptación que tuvo en el público, el próximo año regresará con más fuerza y con la intención de consolidar la marca en beneficio de las mujeres serranas.

“Las mujeres me han dicho que están muy contentas con el proyecto, llegan con una enorme sonrisa y me comparten que sin lugar a dudas ven una mejora en sus vidas y por eso vamos a continuar con el proyecto, definitivamente lo haremos”.

La idea de la empresa es mantener el trabajo con las 20 participantes, siempre y cuando sigan interesadas y con el tiempo de poder hacerlo crecer; hasta que sean cada vez más mujeres las beneficiadas en la siembra, cosecha y venta de su café a nivel local, nacional e internacional.

“Es un proyecto que vamos a seguir realizando año con año, es un compromiso personal que tengo, porque estoy consciente que les regresó la sonrisa al rostro y les cambió la vida, sin duda el trabajo y los esfuerzos que hacemos como empresa de la mano de las productoras han dado sus frutos”, destacó la empresaria.

Y aunque el primer lote está prácticamente agotado, te invitamos a preparar tus monedas y estar pendiente para los próximos lanzamientos. Recuerda que consumir local nos beneficia a todas y todos.

Café Brújula y su compromiso social

Para nadie es una sorpresa que Café Brújula respalde este tipo de iniciativas, ya que desde el arranque han buscado ser una empresa socialmente responsable que no sólo se beneficie con la venta del producto, sino que exista un vínculo directo y justo con quien producen el grano.

Desde muy pequeña, la historia de Berenice, cofundadora de la empresa, ha estado vinculada al café por eso con el paso del tiempo ha decidido dedicarse a la industria de la mano de grupos de productores y ahora productoras a quienes se les da acompañamiento y seguimiento en sus cosechas, pizcas y procesamiento del grano.

Para la empresaria oaxaqueña es indispensable que se valore el trabajo que se hace en el campo oaxaqueño, el cual genera productos de muy alta calidad que no le piden nada a los que se importan de otras partes del mundo.

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La vida es más divertida ❤️ con una taza de café ☕️.

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“Hay que trabajar mucho por el consumo local, a veces las personas extranjeras valoran mucho más el producto oaxaqueño y eso tiene que cambiar, hay que reconocer que la calidad del café oaxaqueño está muy por encima de otros, hay que educar a nuestro paladar y consumir local. Eso aplica para todo porque en Oaxaca tenemos una amplia gastronomía envidiable en otras partes del mundo”, finalizó la empresaria.